Yo soy el mas pequeno de siete hermanos era pastor

Ser el más pequeño de siete hermanos no es tarea fácil, pero para mí fue aún más difícil ya que fui el único que decidió ser pastor. Desde muy joven sentí una llamada muy fuerte que me llevó a dedicar mi vida a servir a Dios y su pueblo. Hoy quiero compartir con ustedes mi historia y cómo mi fe y mi familia me ayudaron a seguir adelante.

Mi infancia y adolescencia

Nací en una familia muy humilde en un pequeño pueblo del campo. Mis padres eran trabajadores del campo y tuvieron siete hijos, de los cuales yo fui el más pequeño. Desde muy pequeño, tuve que ayudar a mis padres en las labores del campo, pero siempre sentí la presencia de Dios en mi vida. Fue en la iglesia del pueblo donde descubrí mi vocación y comencé a prepararme para ser pastor.

El camino hacia el pastorado

A los 18 años, dejé mi hogar y me fui a estudiar a la ciudad. Fue un gran cambio para mí, pero sabía que era necesario para cumplir mi sueño de ser pastor. Estudié Teología y me formé para servir a la comunidad cristiana. Fue un camino largo y difícil, pero nunca perdí la fe y siempre tuve el apoyo de mi familia.

La importancia de la fe y la familia

Mi fe siempre ha sido el motor que me ha impulsado a seguir adelante. Pero también es cierto que mi familia ha sido un pilar fundamental en mi vida. Desde mis padres hasta mis hermanos mayores, todos me han apoyado y animado para seguir mis sueños. Fue gracias a ellos que nunca me rendí y siempre tuve la fuerza necesaria para continuar.

El desafío de ser el único pastor en la familia

Ser el único pastor en una familia de siete hijos no fue fácil. Muchas veces tuve que enfrentar el rechazo y la incomprensión de mis hermanos. Ellos no entendían por qué había elegido un camino tan diferente al suyo. Pero yo sabía que mi llamado era real y que tenía que seguir adelante.

La bendición de servir a Dios y su pueblo

Hoy, después de muchos años de servicio, puedo decir con orgullo que mi elección fue la correcta. He tenido la bendición de servir a Dios y su pueblo en diferentes comunidades, y sé que este es mi camino. A pesar de las dificultades y los desafíos, siempre he tenido la certeza de que estoy haciendo lo correcto y que mi familia está orgullosa de mí.

Conclusión

Ser el más pequeño de siete hermanos y elegir ser pastor fue un camino difícil pero lleno de bendiciones. La fe y la familia fueron fundamentales para mi camino, y siempre supe que estaba haciendo lo correcto. Hoy, agradezco a Dios por su amor y por permitirme servir a su pueblo.

Preguntas frecuentes

¿Cómo influyó la fe en su elección de ser pastor?

La fe siempre ha sido el motor que me ha impulsado a seguir adelante. Desde muy joven sentí la llamada de Dios en mi vida y supe que quería dedicar mi vida a servir a su pueblo.

¿Cómo influyó su familia en su elección de ser pastor?

Mi familia siempre ha sido un pilar fundamental en mi vida. Desde mis padres hasta mis hermanos mayores, todos me han apoyado y animado para seguir mis sueños. Fue gracias a ellos que nunca me rendí y siempre tuve la fuerza necesaria para continuar.

¿Cómo ha sido su experiencia como pastor?

Ha sido una experiencia maravillosa. He tenido la bendición de servir a Dios y su pueblo en diferentes comunidades, y sé que este es mi camino. A pesar de las dificultades y los desafíos, siempre he tenido la certeza de que estoy haciendo lo correcto y que mi familia está orgullosa de mí.

¿Cómo ha influido su elección en su relación con sus hermanos?

Ha habido momentos difíciles, pero con el tiempo he aprendido a respetar sus elecciones y ellos han aprendido a respetar la mía. Aunque no compartimos la misma vocación, siempre hemos mantenido una relación cercana y de apoyo mutuo.

¿Qué consejo le daría a alguien que quiere seguir una vocación similar?

Les diría que sigan su corazón y que nunca pierdan la fe. El camino no será fácil, pero con la ayuda de Dios y el apoyo de su familia, todo es posible. La vocación es un llamado divino que debe ser escuchado y seguido con valentía y determinación.